El útero es nuestra primera casa, de ahí que el útero sea el representativo de la casa-hijos en psicosomática. Ahí pasamos 9 meses de nuestra vida y en ese momento vamos a recibir diferentes improntas a través de las experiencias vividas, que luego nos afectarán en nuestra vida de adulto, formando nuestro carácter y personalidad. Obviamente no todo, sino solo una parte, pues también estamos condicionados a nuestras experiencias vividas a lo largo de la vida, a nuestra cultura, estudios, creencias y genética.

Pues bien, hay mucha gente que piensa que el feto ni siente ni padece, pero esto no es correcto, o por lo menos yo no estoy de acuerdo. Puede sentir y percibir todo lo que le pasa a su madre, puesto que los dos forman uno solo. Además, puede sentir también cómo está el exterior, el ambiente familiar.

En base a ello, decidirá salir antes de su casa (útero) si corre peligro ahí dentro, retrasar el parto…

A veces será la madre la que decida en parte cómo será el parto, es decir, si no quiere tener en ese momento al bebé por cualquier circunstancia, puede provocar de forma inconsciente, claro está, una vuelta de cordón…

Otras ocasiones tendrá la ilusión de tener un niño y resulta que lo que viene es una niña. ¿Qué cree el lector que va a pensar esa niñita que está ahí dentro al saber que quieren un niño?

Nadie tiene la culpa de nada, eso hay que tenerlo claro y lo otro es que aunque no se pueda cambiar el nacimiento, es obvio, si que se puede transformar la emoción vivida, que hará que ya no repercuta en nuestra vida de forma inconsciente.

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Y ahora vamos a ir viendo cada una de las formas de nacer y sus consecuencias:

• Nacer de nalgas: Se quejan de hacer las cosas de forma equivocada, se quejan de “luchar” en las relaciones, se preocupan de no lastimar a la gente, no saben qué dirección tomar. También es una forma de decirle a los padres, de mostrar su identidad, que es como hacen los animales, enseñando el trasero. “Mamá soy niño” “Mamá soy niña” debido a que los padres querían el sexo diferente al que nace.

• Nacer con los pies por delante: Refleja una necesidad de huir, es como si las cosas se pusieran al revés y el entorno seguro se pusiera peligroso. Es como que al salir fuera necesito primero ver cómo está el tema. Acostumbran a salir de cualquier situación problemática por “patas”

• Nacer con una vuelta de cordón al cuello: Son personas que tienden a crear situaciones que amenazan la vida, son muy susceptibles a la sensación de asfixia, no les gusta las corbatas o prendas que aprieten, suelen decir “esto me está matando”. Por otra parte, la madre puede ser que no quiera al bebé o tenga un programa para no tener hijos, no sea el ambiente adecuado para él. De mayor se pueden tener síntomas de malestar de garganta, nudo en la garganta, ahogo. Se conforma con muy poco, una bocanada de aire le sobra para vivir.

• Gemelos: El que nace en primer lugar suele ser un líder, por lo que vamos a ver qué le pasa al segundo. Suele ser un seguidor, sientes que otros tienen ventajas sobre ellos, sienten que siempre han estado en “segundo término”. Suelen pensar en el otro y luego en ellos mismos. Tener un espacio propio es muy importante.

• Parto inducido: Tienen problemas para empezar lo que sea, con frecuencia piensan que su pareja debería hacerlo todo por él, existe una tendencia a no elegir las relaciones, dejan que la otra parte elija. Sienten que son los demás quienes ponen las leyes.

• Parto atravesado: Se quejan con frecuencia de que van en dirección equivocada, permanecen demasiado tiempo en situaciones de las que deben de salir, hacen esperar a la gente, pueden sentirse atrapados en algo, se quejan de dolor en el cuerpo, no saben qué camino tomar.

• Parto por cesárea: Sienten temor por los cuchillos, instrumentos cortantes, no pueden hacer las cosas por si mismos, tienen tendencia a pensar que todo lo hacen mal, tienen problemas en tomar decisiones, se sienten invadidos, necesitan rodearse de personas que sienten que los salvarán en alguna situación de emergencia. Pueden sentir violación de su espacio de seguridad. Imposibilidad de concluir por si mismos aquello que han empezado. También se pueden presentar problemas pulmonares, debido a esa invasión del espacio vital.

• Parto prolongado: Niños lentos, frustrados, suelen hacer esperar a la gente, sienten que la vida es dura y es una lucha, son trasnochadores, alargan las situaciones difíciles en su vida. Pueden padecer de claustrofobia.

• Con retraso: Cuando un niño no quiere nacer, puede ser que vea que fuera hay peligro y por lo tanto decide no salir. Puede ser también que la madre sienta que el entorno no está preparado para el bebé, no hay dinero, no hay nido…Son personas que encuentran dificultad de pasar a la acción. Hacen las cosas con lentitud. Suelen llegar con retraso a sus citas haciendo esperar siempre.

• Prematuro: Estos niños se sienten inmaduros en sus relaciones, se sienten pequeños e insignificantes, sienten que no están preparados, que no pueden hacer las cosas. El nacer antes de tiempo puede señalar también el que el bebé corra algún peligro dentro de la madre, bien porque ahí no está cómodo o porque la madre está sufriendo, tiene problemas…por eso es primordial salir de ahí naciendo antes de hora.

• Con fórceps: No les gusta que les controlen o manipulen, temen al dolor y creen que el placer conduce al dolor, sienten que no son lo suficientemente buenos, necesitan ayuda para hacer algo, temen al contacto físico, puede ser que desarrollen alergia a los metales (fórceps). Propensos a tener patologías en la cabeza como migrañas, cefaleas, neuralgias.

• En incubadora: Se sienten separados y solos, temerosos de que los toquen, observados y juzgados, sienten que no saben recibir amor y caricias. Puede que sientan que son abandonados cuando su pareja trabaja fuera o por cualquier motivo. Tendentes a presentar problemas en la piel (conflicto de separación). Ante cualquier amenaza que sufren se aíslan (se vuelven a meter en la incubadora).

• Ser deseado o no: Es cuando los padres quieren que quien venga sea un niño y al final nace una niña o viceversa. Esto puede traer una consecuencia para ese ser que viene a este mundo. Imagínate que estás dentro del vientre de tu madre y esta está empeñada en que eres un niño o quiere tener un niño. Resulta que tú estás ahí dentro y eres niña. ¡Vaya dilema! ¿Cómo piensas que vas a sentirte? Tu madre quiere, piensa que eres un niño, naturalmente no te va a hacer feliz y se va a generar ya en ti un estrés. Estarás preocupado y con razón, simplemente porque cuando nazcas, salgas al mundo, van a descubrir que no eres un niño. ¡Oh no! Así que igual no te quieren. Quizás si y puede que así sea, que te quieran un montón. Pero ya se está generando una impronta en ti: “Quiero un niño” “me gustaría que fuese niño”

¿Qué es lo que va a pasar? No te sentirás deseado, llevarás una tristeza dentro de ti, si eres niña puede que intentes ser un poco chicote para aparentar ser un chico, puede que vistas con ropa de chico o no tan femenina, te gustarán las cosas de chico y cosas así. Y lo harás todo para que te acepten. Si soy una niña, no me van a querer, tengo que aparentar ser un chico. No es la realidad, simplemente lo que tú acogiste desde esa inocencia.

También puede suceder que simplemente no seas deseado porque no es un buen momento para nacer, hay problemas en la vida de los padres…por lo que de mayor no te vas a sentir querido, quizás pienses que no tienes derecho a estar aquí en este mundo, por consiguiente, no tendrás pareja o te costará encontrarla, no tendrás dinero, trabajo, éxito…

• Niño bastón: Los padres se hacen mayores y puede ser que tengan necesidad de tener a alguien que les cuide, por lo que esa información pasa como un programa de vida al bebé que se tenga. Generalmente, el papel de cuidador lo hace el hijo/a menor. Este niño/a ya nace con esa impronta, con ese programa inconsciente de cuidar. De hecho, este niño de mayor no va a permitirse tener hijos, estando así libre para cuidar a sus padres. Puede incluso que viva con los padres, en el mismo edificio o en la misma calle. Ante ese programa, se sienten obligados de cuidar de sus padres y si por alguna razón no lo hacen se sienten culpables. El programa de cuidador también puede hacer que esa persona sea cuidadora de todos.

• Niño de reemplazo: Aparece cuando la madre tiene un aborto espontáneo, provocado o muerte súbita de un bebé. Es una muerte traumática para la madre, ya sea conscientemente como inconscientemente. Para sanar esto, van a buscar cubrir esta pérdida que ha habido teniendo otro hijo. A veces hasta se le da a este nuevo hijo el nombre del anterior. Esto va a generar una serie de síntomas en el nuevo niño, síntomas como: conflicto de identidad, no sabe quién es, no se siente reconocido, qué lugar ocupa en la familia. Puede notar una falta de afecto, puesto que nunca podrá ser el niño que los padres deseaban. Y tener un sentimiento de culpabilidad por su nacimiento.

• Parto con demasiada anestesia: La anestesia no solamente afecta a la madre, si no que el niño también va a verse afectado en ello pudiendo nacer ya dormidos a causa de ello. Estos niños conforme van creciendo esperan que las cosas se las den ya hechas. Se sienten débiles y agotados para terminar un proyecto. Pueden recurrir a tranquilizantes cuando entran en estrés. Les cuesta mantener la concentración en algo.

• Tragando líquido amniótico: Temer verse con “el agua al cuello” en varias ocasiones donde se sienten desbordados. Se muestran intranquilos y angustiados. Odian sentir su espacio invadido.

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